¿Cuánto vale mi empresa?

A la hora de tratar con inversores, y mejor si hacemos mucho antes los deberes, nos surge la siguiente pregunta: ¿Qué precio le pongo a mi negocio?
Desde Emprendedores.es nos recomiendan, en un interesante artículo, valorar la empresa teniendo en cuenta diversos factores como los recursos físicos, capital humano, elementos legales (cada vez más devaluado en mi opinión), elementos económico-financieros, elementos empresariales e intangibles.

Del artículo me quedo con lo de "valora del 1 al 5 el posicionamiento de tu empresa, y multiplica este número por la facturación de los últimos años".
Habría hecho falta especificar cuántos años (¿dos? ¿cinco?), para sacar números de verdad, así de forma rápida.

Muy complicado eso de situar a tu empresa frente a la competencia, y sobretodo de saber la percepción que tu mercado tiene de ti. En el caso de una empresa con pocos años (3 y medio aprox.) tu competencia estará más asentada y podrá vender los mismos servicios que tú (o peores) a un precio más alto. En cualquier caso, la percepción, los intangibles.. entran dentro de lo subjetivo y es difícil pasarlos a la calculadora.

Particularmente en estos años de recesión global estamos en un momento delicado para poner precios.. que siempre irían a la baja.. sobre todo a la hora de poner precios a grandes empresas, en las que es tan complicado maniobrar en tiempos de crisis debido a su enorme complejidad estructural.

No es lo mismo navegar en los rápidos a golpes de remo en una canoa que en un trasatlántico... y si no que se lo digan a Chrysler y tantos otros, que van cayendo cada día.
Y ya que hablamos de canoa, siempre mejor una como la de la foto: transparente.

En la que de un vistazo ves el interior y desde dentro el exterior. Por muy transparente que hagas un trasatlántico, su propia complejidad, carga y tamaño harán que no llegues a ver nada claro dentro.

Podría ser un valor más de cara a valorar una empresa... ¿es tu empresa realmente transparente? ¿se sabe los proyectos en los que trabaja? ¿quién es su personal? ¿cuánto facturan? ¿qué y cuánto comunican? ¿quiénes son sus clientes?

El software libre está muy bien, pero no olvidemos que forma parte del conocimiento libre. Y dentro del conocimiento libre, como valor y nuevo modelo de negocio (aplicado al hardware y otros sectores como los contenidos educativos (Wikipedia?)), es donde cobra una importancia real la transparencia... que además de ser sana señal, permite anticipar los desastres de estos tiempos.. llenos de "productos de ingeniería financiera" (subprime lending) tan opacos... como tóxicos.